El remedio definitivo para acabar con el mal aliento

¿Sabías que los probióticos pueden también proteger tu salud bucodental? En otros campos de la medicina, principalmente en gastroenterología, la utilidad de estos microorganismos vivos ya ha sido probada. Así, se usan con frecuencia para tratar enfermedades gastrointestinales y mejorar la inmunidad intestinal.

Lo hemos ido viendo en el blog de ProKey

Actualmente se investigan asimismo los efectos de los probióticos en la salud oral, con resultados que sugieren que estas bacterias beneficiosas pueden ser útiles para prevenir y mejorar las infecciones bucales, incluidas la caries dental, la enfermedad periodontal (gingivitis y periodontitis) y la halitosis, en la que nos centramos en este post.

Aprenderás qué es, qué causa el mal aliento y cómo pueden los probióticos ayudarte a combatir este incómodo trastorno.

 

¿Qué lo provoca? Causas del mal aliento

 

Halitosis, mal olor bucal, mal olor del aliento o, simplemente, mal aliento son términos generales que utilizamos para aludir a un olor desagradable que emana de la boca de una persona.

 

 

¿Cuáles son las enfermedades o factores que causan mal aliento? La halitosis tiene muchos orígenes (referencia, referencia):

 

  • el tabaco y el consumo de determinados alimentos (alcohol, café, ajo, cebolla cruda y cebollines, pepinillos, huevo, repollo, brócoli, coles de Bruselas, pimiento, brécol);
  • infecciones del tracto respiratorio (sinusitis, pólipos, laringitis, traqueítis, bronquitis);
  • trastornos gastrointestinales (hepatitis, diverticulosis, gastritis o infección por Helicobacter pylori);
  • trastornos metabólicos (como la diabetes mellitus);
  • ciertos fármacos (disulfiram, dinitrato de isosorbida, tetraciclinas), o
  • una combinación de los anteriores.

 

No obstante, en más del 90 % de las personas la fuente de este mal olor se localiza en la propia boca (fuente, fuente). La gran mayoría de los casos están asociados con un desequilibrio de la microflora comensal o autóctona de la cavidad oral*.

Más específicamente, la halitosis es el resultado de la acción de bacterias anaerobias, que degradan las proteínas de la saliva y de los alimentos para generar aminoácidos. Estos aminoácidos, a su vez, se transforman en compuestos de azufre volátiles (CAV), incluidos el sulfuro de hidrógeno y el metanodiol, responsables del mal olor del aliento (fuente, fuente, fuente).

*Fuente: Scully, C., & Greenman, J. (2008). Halitosis (breath odor). Periodontology 200048(1), 66-75.

 

Tratamiento de la halitosis. Probióticos y salud bucal

 

El tratamiento de la halitosis se centra en reducir la carga de bacterias y los micronutrientes en la cavidad bucal mediante ayudas mecánicas (cepillado de dientes y encías, limpiadores linguales, hilo dental) y químicas (dentífrico, colutorios o enjuagues bucales y otros productos químicos).

En los últimos años se investigan asimismo los probióticos como herramienta para mantener la salud bucodental y combatir la halitosis, entre otras infecciones orales. La razón fundamental para su uso es evitar que se restablezcan las bacterias productoras de CAV

En concreto, los estudios señalan (ref) tres mecanismos de acción principales de estos microorganismos beneficiosos en la boca y los dientes:

(1) regulan la respuesta inflamatoria

(2) inhiben la proliferación de bacterias patógenas

(3), en consecuencia, la producción de CAV que contribuyen al mal aliento.

Lo comentamos con más detalle y ejemplos a continuación.

 

¿Cómo eliminar el mal aliento? Probióticos para la halitosis

 

Los probióticos —cepas de estreptococos: Streptococcus salivarius y Streptococcus thermophilus, y de Weissella cibaria— ejercen actividad antimicrobiana contra las bacterias implicadas en la halitosis.

Un estudio publicado en el año 2003 mostró que determinadas especies de bacterias, incluidas Atopobium parvulum, Eubacterium sulci y Solobacterium moorei, predominan en la superficie de la lengua de las personas con halitosis. Por el contrario, otra especie, Streptococcus salivarius, se detectó con mayor frecuencia entre personas sin halitosis y, por lo tanto, se considera un probiótico comensal de la cavidad oral

  1. salivarius produce bacteriocinas, que podrían contribuir a reducir el número de bacterias que producen CAV (informe 2007). Así pues, el uso de chicles o pastillas que contienen S. salivarius disminuye los niveles de estos compuestos volátiles en los pacientes con halitosis (estudio, estudio preliminar, estudio).

 

En este ensayo piloto, 20 pacientes diagnosticados con halitosis recibieron a diario comprimidos de Lactobacillus salivarius y xilitol (sustancia en pastas de dientes y enjuagues bucales).

Los parámetros de mal olor oral —mediciones de CAV— disminuyeron significativamente a las 2 semanas, y las puntuaciones de una prueba organoléptica —prueba que consiste en la percepción del olor que emana de la cavidad bucal del paciente por parte de un observador o examinador— y el sangrado también lo hicieron a las 4 semanas.

 

¿Conclusión?

La administración oral de lactobacilos mejoró principalmente la halitosis y también mostró efectos beneficiosos sobre el sangrado.

Además, en un ensayo cruzado posterior se demostró que el uso de estos comprimidos durante 14 días reducía notablemente los CAV en comparación con el uso de un placebo. Los resultados del ensayo indicaron que «el consumo oral diario de tabletas que contienen lactobacilos probióticos podría ayudar a controlar el mal olor bucal y los factores relacionados con el mal olor».

También S. thermophilus puede neutralizar los CAV al inhibir el crecimiento de bacterias patógenas, en este caso Porphyromonas gingivalis. Reduciendo, así, el mal olor bucal (estudio).

Este estudio informó de la capacidad de varias cepas de Weissella cibaria para inhibir la producción de CAV por Fusobacterium nucleatum, bacteria patógena de la cavidad oral y componente clave de la placa dental debido a su abundancia y capacidad para coagregarse con otras especies.

Los autores de la investigación llegaron a la conclusión de que este efecto beneficioso se debe a que W. cibaria produce peróxido de hidrógeno (agente antimicrobiano; ver Beneficios de los postbióticos, los subproductos de las bacterias), que inhibe la proliferación de F. nucleatum

Los autores también encontraron que hacer gárgaras con una solución que contiene W. cibaria disminuye de manera significativa la producción de sulfuro de hidrógeno y metanotiol, en un 48 % y 59 %, respectivamente. Y, en consecuencia, reduce el mal aliento.

 

En definitiva…

 

Los beneficios de los probióticos para la salud bucal son:

  • Modulan la respuesta inflamatoria.
  • Ejercen efectos directos contra bacterias patógenas, esto es, inhiben su crecimiento, replicación o proliferanción.
  • Ejercen efectos indirectos contra bacterias patógenas. Los probióticos en soluciones para hacer gárgaras o complementos (chicles, pastillas) inhiben la producción de compuestos de azufre volátiles que contribuyen al mal aliento.
  • La terapia con probióticos se está considerando para su aplicación en la salud bucodental debido a la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos. 
  • A diferencia de estos —los antibióticos— las bacterias probióticas ofrecen la ventaja de estar perfectamente adaptadas al ecosistema oral humano.

La ciencia actual recomienda el uso de probióticos para controlar diversos trastornos de la salud oral, entre ellos la halitosis. Una reciente (2020) revisión de estudios concluye que «tienen un enorme potencial terapéutico y se debe realizar una investigación más profunda sobre estas bacterias beneficiosas para convertirlas en uno de los medicamentos líderes en el tratamiento de los trastornos bucales».

 

Por Elisabeth Lahoz

 

No solo favorecen tu salud intestinal e inmune, los probióticos también ayudan a mantener óptima tu salud bucodental. Complementa tu higiene bucal diaria con estos microorganismos beneficiosos como herramienta para mantener tu boca protegida y combatir —de una vez por todas— el mal aliento.

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