Probióticos en cápsulas para mejorar la microbiota vaginal

La flora vaginal representa la concentración más alta de bacterias en el cuerpo humano tras el colon o intestino grueso. La mayoría de las mujeres hemos sufrido o sufriremos alguna vez de vaginitis causada por patógenos como Candida, resultado de desequilibrios en este ecosistema bacteriano.

Que los probióticos son beneficiosos para la microbiota intestinal es algo que los lectores habituales de este blog ya sabéis, pero ¿pueden ayudar también a mejorar la microbiota vaginal y prevenir o tratar infecciones? La respuesta es sí, y te explicamos cómo. Al final del artículo encontrarás algunos consejos y recomendaciones sobre hábitos de higiene para evitar infecciones vaginales por bacterias u hongos.

 La flora vaginal y su función

 La flora o microbiota vaginal es, del conjunto de los microorganismos del tracto gastrointestinal, aquellos presentes en el área vaginal. Viven allí de manera natural y sin causar daño. Y no solo es que no causen daño, es que tienen un papel significativo en la salud femenina global. Te lo contábamos en esta serie de artículos de nuestro blog:

Salud femenina I – kéfir y candidiasis vaginal

Salud femenina II – kéfir y cistitis

Salud femenina III – kéfir en el embarazo

A excepción del colon, la flora vaginal representa la concentración más elevada de bacterias en el organismo humano. Aunque durante la menstruación se producen ciertos cambios cuantitativos y cualitativos, y en general la proporción de lactobacilos (Lactobacillus, el género predominante) disminuye (referencia).

 Estas bacterias, descubiertas por el ginecólogo Albert Döderlein en 1892, regulan el pH vaginal y, con ello, la presencia de otros microorganismos en el epitelio (mucosa) de la vagina. El ácido láctico que producen —los lactobacilos son bacterias ácido lácticas, o BAL— junto con los fluidos vaginales secretados son los responsables del característico olor asociado a esta región corporal.

Desequilibrios de la microbiota vaginal = vaginitis

Una alteración del equilibrio de la flora microbiana vaginal, y la consiguiente proliferación de bacterias dañinas u otros organismos patógenos, puede desencadenar una infección vaginal. Es lo que se conoce como vaginitis, una inflamación de la mucosa de la vagina que suele ir acompañada de leucorrea (aumento de la secreción o flujo vaginal), prurito (picor o picazón) genital e incomodidad o ardor al orinar.

Los tipos más comunes de vaginitis infecciosa son:

 Vaginitis por hongos. También llamada candidiasis en alusión al microorganismo que la causa: Candida, siendo el más habitual Candida albicans, un hongo o levadura normalmente presente en la flora vaginal pero que puede crecer excesivamente provocando una infección.

Vaginosis bacteriana. En la VB se produce un desequilibrio de la microbiota vaginal, con un sobrecrecimiento de bacterias como Gardnerella vaginalis en detrimento de las que deberían predominar en situación normal, las especies Lactobacillus.

Vaginitis por Trichomonas. O tricomoniasis, causada por el protozoo Trichomonas vaginalis y que, a diferencia de las anteriores, se transmite a través de las relaciones sexuales, o sea, es una infección de transmisión sexual (ITS).

Otras infecciones urogenitales menos frecuentes son: gonorrea (ITS por gonococo, o Neisseria gonorrhoeae), clamidiasis (por clamidia, o Chlamydia trachomatis), infección por herpes (herpesvirus), Mycoplasma, Campylobacter y algunos parásitos.

 Beneficios de los probióticos para la microbiota vaginal

Como decíamos al comienzo, las bacterias de la microbiota vaginal tienen implicaciones significativas para la salud femenina. Siendo importante tanto la cantidad de bacterias como el tipo.

Los probióticos se utilizan cada vez más para prevenir y tratar infecciones urogenitales. El consumo de estas bacterias beneficiosas a través de alimentos fermentados como el yogur y el kéfir, o de suplementos probióticos puede reducir el riesgo de infección. El uso de ciertas cepas de lactobacilos «para la prevención y el tratamiento de la infección urogenital recurrente es prometedor», concluía esta revisión sistemática.

Los probióticos en cápsulas pueden ayudarte a:

• Mejorar la cantidad y calidad de bacterias, y mantener así una flora bacteriana vaginal saludable.
• Prevenir infecciones vaginales por bacterias, hongos o levaduras ( albicans, G. vaginalis, T. vaginalis…) como la candidiasis vaginal y la vaginosis bacteriana, al inhibir el crecimiento de estos patógenos urogenitales.
• Reducir la probabilidad de desarrollar vaginitis debida a los antibióticos.

Es más, el uso de probióticos Lactobacillus se ha propuesto como una alternativa a estos fármacos para prevenir infecciones «en la era de la resistencia a los antibióticos», muestra este estudio reciente en el que se comprobó que probióticos y antibióticos tenían actividades antimicrobianas similares contra uropatógenos.

Otros consejos…

Para disminuir el riesgo de infección en el área local de la vagina y la uretra, es importante:

• Limpiarse correctamente con el papel higiénico, de delante hacia atrás para evitar introducir bacterias de la zona del recto en la de la vagina.
• No se recomiendan las duchas vaginales, al alterar el balance normal del medio vaginal.
• Evitar jabones o geles de baño agresivos que alteren el pH, desequilibren el ecosistema y favorezcan la proliferación de hongos u otros patógenos. Como método preventivo, usa fórmulas naturales y suaves.
• Secarse completamente tras el baño; un ambiente húmedo y cálido es propicio para los hongos.
• Llevar ropa interior de algodón y evitar las prendas excesivamente ajustada.
• Orinar y limpiarse bien después de mantener relaciones sexuales.

ProKey ULTRABIOTIC, probióticos en cápsulas es un complemento probiótico con cepas de los géneros Lactococcus, Lactobacillus (BAL) y Bifidobacterium aisladas del kéfir que puede ayudarte a prevenir infecciones vaginales y urogenitales, al favorecer una microbiota vaginal equilibrada y saludable.