En la primera parte de Diabetes tipo 2: alimentación y probióticos hablamos de la enfermedad, en qué consiste y por qué aparece, las diferencias con respecto a la diabetes tipo 1 o el enfoque nutricional en cuanto a macronutrientes para su manejo. Un enfoque que la evidencia científica actual centra en los carbohidratos.
En esta segunda parte abordamos la dieta cetogénica como tratamiento dietético para la diabetes y cómo influyen otros aspectos de la alimentación más allá de los macros: qué alimentos son claros enemigos, cómo o cuándo comer. Por último, veremos cómo el estado de la microbiota y el consumo de probióticos pueden ser determinantes en la prevención y el control de la diabetes tipo 2.
Dieta cetogénica, cetosis y diabetes tipo 2
En la parte I del artículo vimos que un cambio moderado de macronutrientes mediante la sustitución de carbohidratos o glúcidos por proteínas y grasas —una dieta baja en carbohidrato— es, según los estudios, el enfoque más efectivo para el manejo de la diabetes mellitus tipo 2. Entonces, ¿no sería una dieta cetogénica la mejor opción?
La dieta cetogénica consiste en minimizar el consumo de carbohidratos con objeto de inducir el metabolismo de la grasa. Se produce así la liberación de los llamados cuerpos cetónicos, lo que ocasiona una situación de cetosis. Básicamente es reducir la ingesta de carbohidrato para forzar al cuerpo a que utilice la grasa como combustible o fuente de energía.
Puedes consultar Más info sobre la dieta cetogénica, «ceto» o «keto» aquí:
Este tratamiento dietético —dieta alta en grasa y muy baja en carbohidrato—para la diabetes mellitus ha dado muy buenos resultados tanto en el pasado, antes del descubrimiento de la insulina («era pre-insulina»: revisión), como en el presente (estudio, estudio, estudio, ensayo, revisión, estudio, revisión, estudio, estudio).
Se trata de un remedio sencillo para personas con una fuerte resistencia a la insulina. La restricción de carbohidratos (1) mejora de manera segura el control glucémico —reduce el contenido de hemoglobina glicosilada, o HbA1c—, (2) favorece la pérdida de peso —reduce la grasa hepática— al mismo tiempo que (3) disminuye o incluso elimina la necesidad de medicación.
NOTA: la dieta cetogénica no es un estilo de alimentación sino un tratamiento dietético puntual, de choque, a seguir durante un tiempo determinado y con un objetivo predefinido, en nuestro caso el manejo o control de la diabetes tipo 2.
Otros aspectos de la alimentación para controlar la diabetes tipo 2
¿Qué comer?
Más importante que el porcentaje de calorías o de uno u otro macro es lo que comes. Si sigues una dieta cetogénica pero te hartas a ultraprocesados… El gluten es un determinante potencialmente significativo en la diabetes; su ingesta eleva la inflamación (estudio). Algunos estudios han relacionado una dieta libre de gluten con la reducción de la obesidad y la DM2 (revisión).
¿Cuándo comer?
La frecuencia con la que comes también influye. Mejor hacer dos comidas en el día —desayunos y almuerzos más grandes, o desayuno y almuerzo en una sola comida grande— que hacer seis —comidas más pequeñas durante el día—, que es a lo que aún acostumbran a señalar las recomendaciones generales (estudio, estudio).
El papel del ayuno.
Los ayunos intermitentes facilitan la pérdida de peso, mejoran el riesgo cardiovascular y ayudan en el proceso de recuperación del páncreas gracias a la autofagia. Lo que, a su vez, ayuda en el tratamiento de la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2 (revisión, estudio).
Microbiota y diabetes
¿Existe conexión entre la flora intestinal y la diabetes mellitus?
Una microbiota o flora intestinal alterada, disfuncional, pobre o poco diversa favorece la inflamación y el desarrollo de la obesidad y sus trastornos relacionados. Trastornos como la insulinorresistencia y la diabetes.
Las palabras con las que concluye este trabajo resumen muy bien el problema «de fondo»:
«Bajo una perspectiva evolutiva, la epidemia de obesidad puede verse como una extensión de la hipótesis de higiene: los datos presentados sugieren que la mejora del saneamiento y las condiciones de vida, la terapia antimicrobiana excesiva y los patrones dietéticos occidentalizados en los países desarrollados pueden predisponer a enfermedades metabólicas al igual que una mejor higiene aumentó la susceptibilidad a enfermedades alérgicas y autoinmunes».
¿Ayudan los probióticos en la diabetes tipo 2?
La suplementación con probióticos ha demostrado ayudar en el control metabólico de la diabetes mellitus tipo 2. Los probióticos se asocian con una mejora en la HbA1c —efecto hipoglucémico— y la insulina en pacientes con DM2. Su ingesta puede mejorar el control glucémico y el metabolismo de los lípidos, con un efecto potencialmente mayor cuando la duración de la intervención es prolongada (8-12 semanas) o se consumen múltiples especies de probióticos.
«La aplicación de agentes probióticos podría convertirse en un nuevo método para el manejo de la glucosa en la DM2», según este metanálisis. Y los resultados de diversas investigaciones recientes respaldan el efecto beneficioso de la intervención dietética con probióticos, prebióticos y simbióticos (pro+prebióticos) para tratar la obesidad, la insulinorresistencia y la diabetes tipo 2: revisión, ensayo, metanálisis, ensayo, revisión y metanálisis, revisión, revisión, metanálisis, revisión.
La leche fermentada probiótica (kéfir) en particular ha mostrado asimismo «ser útil como terapia complementaria o adyuvante en el tratamiento de la diabetes», tal y como señala el presente ensayo clínico. Al relacionarse su ingesta con una disminución de las citocinas inflamatorias (TNF-α y resistina), entre otros cambios metabólicos (estudio).
Una buena alimentación, vida sana, una microbiota equilibrada y ProKey pueden ayudarte a prevenir o a controlar y curar la diabetes tipo 2.
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