Inulina: ¿qué es y qué Propiedades tiene para tu salud?

Los prebióticos, ingredientes de nuestra dieta, son el alimento de los probióticos. Prebióticos como la inulina, que no podemos digerir pero que nutren a las bacterias «buenas» que pueblan nuestro intestino, promoviendo efectos favorables en el organismo.

En este post abordaremos: qué es la inulina, para qué sirve y cuáles son las propiedades de este carbohidrato vegetal para tu salud, como veremos, no solo digestiva.

Pero ojo, en ciertas ocasiones puede ser conveniente restringir su ingesta, te lo explicamos al final del artículo.

¿Qué es la inulina? ¿Dónde se encuentra?

 Inulina es el nombre común de un conjunto de glúcidos (polisacáridos) compuestos de cadenas de fructosa. Nombre que procede de la primera planta de la que se aisló en 1804, el helenio (Inula helenium). Es un carbohidrato de reserva presente en raíces, tubérculos y rizomas de algunas plantas como el propio helenio, la achicoria o el diente de león.

Forma parte de la fibra alimentaria, en particular de la fibra soluble. Y, junto con los fructooligosacáridos (FOS), los galactooligosacáridos (GOS) o la lactulosa, también del grupo de prebióticos, sustancias de la dieta no digeribles por enzimas humanas que nutren a microorganismos del intestino (probióticos) favoreciendo el crecimiento de bacterias beneficiosas sobre las nocivas*.

Propiedades de la inulina

La inulina y otros prebióticos son parte intrínseca de muchos alimentos frescos, aquí tienes una lista. Aunque también pueden agregarse artificialmente, como ingredientes sustitutivos del azúcar o en combinación con edulcorantes artificiales, a productos procesados o ultraprocesados para mejorar sus propiedades organolépticas (sabor, textura, etc.).

*Fuente Organización Mundial de Gastroenterología (WGO, por sus siglas en inglés)

 Si no podemos digerir la inulina… ¿para qué sirve?

 Cuando la ingerimos, la inulina sigue este recorrido:

  1. Dado que carecemos de enzimas específicas para hidrolizarla, atraviesa el estómago, el duodeno y alcanza el intestino delgado sin sufrir cambios, tan solo un bajo grado de hidrólisis ácida en el estómago.
  2. Una vez en el colon (primera porción del intestino grueso), las bacterias allí presentes comienzan a degradarla en porciones grandes. En el proceso de fermentación, las bacterias producen hidrógeno, dióxido de carbono, metano y ácidos grasos de cadena corta, principalmente ácido butírico (referencia, referencia).
  3. Posteriormente, se excreta sin ser reabsorbida.

Al atravesar el tracto digestivo y alcanzar el intestino prácticamente sin digerir, la inulina está disponible para ser metabolizada por algunos microorganismos intestinales como los lactobacilos y las bifidobacterias (efecto bifidogénico). Favorece, así, el asentamiento y desarrollo de estos microorganismos beneficiosos en detrimento de los patógenos.

La inulina sirve, pues, de alimento a las bacterias que habitan en el intestino. Prebióticos como la inulina y los FOS fomentan el crecimiento de la microbiota intestinal (publicación, publicación). «Los carbohidratos prebióticos pueden cambiar la composición de la flora asociada a la mucosa significativamente», concluye este estudio.

 Otras propiedades de la inulina

Además de sus reconocidas propiedades prebióticas, alterando el ambiente del colon de manera potencialmente beneficiosa, los estudios muestran efectos favorables de la inulina en (revisión de estudios):

  • Estreñimiento. La fibra soluble capta mucha agua y forma geles, aumentando el volumen de las heces y disminuyendo su consistencia. En este ensayo clínico, la ingesta de un preparado lácteo enriquecido con inulina —y maltodextrina— mejoró el estreñimiento crónico. Y otros trabajos informan asimismo de reducción o alivio del estreñimiento e incremento en la frecuencia de las heces y el volumen fecal (efecto laxante): ensayo controlado, estudio, estudio.

 

  • Enfermedad inflamatoria intestinal. Los estudios que utilizan prebióticos —solos o combinados con probióticos— para tratar la inflamación intestinal crónica muestran beneficios en la EII: reducción de la inflamación y las lesiones de la mucosa. Protegen la mucosa y disminuyen el riesgo de enfermedades o trastornos intestinales inflamatorios crónicos como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y la pouchitis o reservoritis (estudio, estudio, estudio).

 

  • Absorción de minerales y salud ósea. Su consumo facilita la absorción de algunos minerales, especialmente de calcio pero también de magnesio y fósforo. Lo que resulta beneficioso en la formación (mineralización de los huesos durante el crecimiento: estudio, estudio) y el mantenimiento (estudio, estudio) de la salud ósea, reduciendo el riesgo de osteoporosis (pérdida de masa ósea).

 

  • Ateroesclerosis e hipercolesterolemia. Su suplementación puede reducir los lípidos en sangre, disminuyendo el riesgo de ateroesclerosis, y estabilizar la glucosa. En el presente estudio la ingesta diaria de 20 g de inulina redujo significativamente los triglicéridos séricos (en suero sanguíneo) y los ácidos grasos hepáticos, observándose una tendencia hacia una disminución del colesterol (estudio).

No obstante, una buena parte de la población mundial, algunas publicaciones apuntan a entre un 30 y un 40 %, sufren un síndrome de malabsorción de frutosa. Puesto que la inulina es un fructano, la recomendación general en estos casos es limitar su ingesta —fructosa libre y fructanos— para proveer un alivio de los síntomas gastrointestinales (dolor, hinchazón abdominal, flatulencias y diarrea) (revisión, investigación).

 

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Una buena dieta, con consumo de probióticos y prebióticos a través de alimentos naturales y/o suplementos, es clave para mantener una buena salud digestiva y general. Y en caso de malabsorción, una microbiota sana y los probióticos favorecen la digestión de estos compuestos que nuestro cuerpo, por sí solo, no puede digerir, minimizando los síntomas.

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